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“Ha sido el mayor honor de mi vida servir como su presidente. Y aunque ha sido mi intención buscar la reelección, creo que es en el mejor interés de mi partido y del país que dé un paso atrás y me concentre únicamente en cumplir con mis deberes como presidente por el resto de mi mandato”, con estas palabras, el presidente Joe Biden manifestó a través de un comunicado que se retiraba oficialmente de la contienda electoral estadounidense.
Mientras Biden, de 81 años, sigue recuperándose de la COVID-19 en su casa en Delaware, las voces dentro de su partido han aumentado para que dé un paso al costado. Esto se intensificó tras el desastroso debate que tuvo contra Trump el pasado 27 de junio. Además, de las numerosas ocasiones, como en la última conferencia de prensa de la OTAN en Washington, en la que Joe Biden cometió errores, llamando al presidente Zelenski “Putin“ y a Kamala Harris “Trump“. Desde hace meses, un sector del Partido Demócrata ha estado fuertemente preocupado sobre la posibilidad de que el presidente Biden continúe como candidato presidencial.
Durante semanas, adeptos del Partido Demócrata como Lloyd Doggett, Seth Moulton, Eric Sorensen, Adam Smith, Jerry Nadler, Mark Takano y Joe Morelle, todos ellos miembros de la Cámara de Representantes, han pedido expresamente que Biden se retire de la contienda. También, cierta parte de la prensa manifestó dudas sobre su continuidad y sugirió que no debería buscar la reelección. Entre dichos medios están: The New York Times, Chicago Tribune, The New Yorker, The Washington Post, The Atlanta Journal-Constitution y The Economist.
Esta histórica decisión convierte a Biden en el primer presidente en ejercicio en más de medio siglo en abandonar su campaña de reelección, siendo el último Lyndon Johnson en marzo de 1968, quien renunció a la nominación del Partido Demócrata en medio de la desaprobación por su manejo de la guerra de Vietnam.
Con el paso de los días, Biden dará explicaciones más detalladas a la opinión pública, tras semanas de tensiones internas y presión externa de legisladores demócratas, donantes y aliados clave, quienes temían cada vez más que su candidatura pudiera resultar en una derrota frente a un sólido Partido Republicano.
Entre las críticas más fuertes a su aún administración están la retirada de tropas estadounidenses de Afganistán, el manejo de la pandemia por COVID-19, la situación migratoria en la frontera sur, las tensiones con Rusia y la percepción de una respuesta débil ante la invasión de Ucrania, además del descuido hacia América Latina y la intensificación bélica en Medio Oriente.
Hay que destacar el esfuerzo y la inteligencia de Biden a pesar de las adversidades. No en vano, fue dos veces vicepresidente (8 años junto a Obama) y fue reelecto seis veces senador por Delaware (36 años en el Capitolio). Desde que fue concejal del condado de New Castle en 1970 hasta ahora han pasado 54 años de carrera política, y todo parece que Joseph Biden se retirará de la política siendo presidente de los Estados Unidos.
¿Qué pasa ahora?
Mediante X (antes Twitter), Biden apoyó rotundamente a su vicepresidenta como candidata presidencial del Partido Demócrata. “Mi primera decisión como candidata del partido en 2020 fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidenta. Y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump”, escribió.
Ahora el Partido Demócrata se enfrenta a su momento más crítico en décadas. Reemplazar a Biden no será fácil, especialmente en esta etapa de la campaña, a menos de cuatro meses del día de las elecciones. Se convocarán nuevas primarias, probablemente virtuales. Si bien Harris tiene el apoyo de Biden, aún no cuenta con el del partido; sin embargo, hoy por hoy es la candidata más sólida por su cercanía al presidente. Otros posibles contendientes son Gavin Newsom y Gretchen Whitmer. La posible candidatura de Michelle Obama suena fuerte, pero aún no hay nada claro. Respecto a las donaciones, los fondos de la campaña de Biden podrían transferirse a Harris si es nominada oficialmente o se destinarán al Comité Nacional Demócrata.
De la misma forma que el Partido Republicano tuvo su Convención Nacional en Milwaukee, en la que se nominó finalmente a Donald Trump como su candidato oficial, los demócratas tienen su Convención Nacional Demócrata prevista para el 19 al 22 de agosto en Chicago. Es muy probable que Kamala Harris sea parte de la nueva fórmula presidencial, lo que no está claro es si será candidata a la presidencia o la vicepresidencia.
El Partido Republicano podría tomar acciones legales
Algunos republicanos han advertido que complicarán cualquier intento de reemplazar a Biden como candidato del Partido Demócrata, ya que fue el claro ganador de las primarias demócratas. «Cada estado tiene su propio sistema, y en algunos de ellos no es posible simplemente cambiar a un candidato», indicó el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, a ABC. Wisconsin, Nevada y Georgia tienen plazos estrictos para el acceso a las boletas o procedimientos poco claros para la sustitución de candidatos, lo que podría provocar batallas legales.
Está claro que Biden no es el mismo de antes. Si observamos los debates y las conferencias de prensa de años anteriores veremos una abismal diferencia. Su silencio, tartamudeo, confusiones lo han liquidado. Estas elecciones presidenciales rumbo a la Casa Blanca por cuatro años están siendo más convulsa de lo que ya es. Trump sufrió un atentado, Biden se retira en media campaña…