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Allan Lichtman, conocido como el “Nostradamus de las elecciones presidenciales de Estados Unidos”, es ampliamente reconocido por desarrollar el sistema “Las Llaves de la Casa Blanca” (Keys to the White House), también llamado las “13 claves del éxito presidencial”, creado en 1981. Este modelo se basa en 13 criterios de verdadero/falso para predecir si el candidato presidencial del partido en el poder ganará o perderá las próximas elecciones en Estados Unidos.
Desde 1984, Lichtman ha acertado en la predicción de todos los resultados presidenciales, salvo en dos ocasiones: en el año 2000, cuando pronosticó la victoria de Al Gore (aunque George W. Bush ganó oficialmente tras una polémica resolución en la Corte Suprema), y en 2024.
El método evalúa factores clave como el desempeño económico, la popularidad del partido en el poder, la ausencia de escándalos, y otros aspectos políticos y sociales. Según las reglas del sistema, si seis o más claves favorecen al partido en el poder, este retiene la presidencia; de lo contrario, la victoria se inclina hacia el oponente.
Este martes 20, Donald Trump asumirá nuevamente la presidencia de los Estados Unidos, marcando su regreso a la Casa Blanca. Lichtman reflexiona sobre cómo visualiza este segundo mandato de Trump, su gabinete y el futuro político del país americano.
Doctor en historia y profesor en la American University desde 1973, Lichtman nació en Brooklyn, Nueva York, y es considerado un experto en historia política y derechos civiles. Ha testificado en más de 100 casos relacionados con derechos civiles y ha escrito 11 libros. Actualmente, trabaja en su duodécimo proyecto, sobre el cual comparte detalles en esta entrevista.
Predijo correctamente nueve de las últimas once elecciones, pero muchos lo criticaron por su fallo con Trump en 2024. ¿Planea actualizar o modificar alguna de las 13 claves para futuras elecciones en Estados Unidos?
Un récord de 42 años es bastante creíble. Realmente no tiene mucho que envidiar a otros pronósticos. Un error no invalida un sistema. El otro error por el que me han atacado es el del 2000, pero he explicado que tuve razón en esa ocasión porque fue una elección robada, como demostré en mi informe para la Comisión de Derechos Civiles de Estados Unidos. Ese informe sigue en su página web; puede comprobarlo. Según la intención de los votantes, Al Gore debería haber ganado Florida fácilmente y, con ello, la presidencia.
Como sabe, admití inmediatamente después de las elecciones que me equivoqué en 2024. Así que, para todos aquellos que me critican por estar equivocado, yo mismo lo reconocí. Y, claro, como expliqué, no tengo una bola de cristal. No soy Mike Johnson, que afirma que el Todopoderoso le habla. Mi sistema se basa en la historia, y como he dicho muchas veces a lo largo de los años, los patrones históricos pueden romperse. Eso fue lo que pasó en 2024. Después de esa elección, estoy reevaluando y reconsiderando las claves para ver si se necesitan ajustes. Tengo casi cuatro años para hacerlo.
Trump quiere anexar Canadá, comprar Groenlandia y recuperar el control del Canal de Panamá. Me gustaría analizar estas propuestas una por una. ¿Qué opina de las ideas expansionistas de Trump para Estados Unidos? A mí me recuerda a Putin.
Es bastante sorprendente que Trump se haya vuelto de repente un imperialista, porque, sabe, siempre se ha presentado como un presidente de ‘Estados Unidos primero’. No quiere involucrarse con países extranjeros; desconfía incluso de nuestra alianza más importante: la OTAN. Y ahora, de repente, quiere recrear el destino manifiesto del siglo XIX y principios del XX para crear, en esencia, un imperio estadounidense. Es un cambio extraordinario en la postura de Donald Trump, y totalmente impráctico. Como mucho de lo que dice Trump, es una fanfarronada. No va a comprar Groenlandia. Eso no sucederá. Canadá no se convertirá en el estado 51, aunque, como mencioné en mi programa en vivo con mi hijo en YouTube (martes y jueves a las 9 p.m., hora del Este), estoy totalmente a favor de eso. ¡Anexemos Canadá! Conseguiríamos dos senadores liberales y decenas de representantes en la Cámara. Pero, en serio, estas son solo fanfarronadas de Trump. Canadá no será el estado 51, no comprará Groenlandia ni recuperará el Canal de Panamá, algo establecido mediante un tratado ratificado por el Senado de Estados Unidos. Una vez más, estamos viendo a Trump proponer ideas que pueden atraer a su base, pero que no tienen ninguna base en la realidad.
¿Cree que Trump podría tener éxito en comprar Groenlandia? ¿Qué sucedería si Dinamarca se niega a vender? ¿Un referéndum de autodeterminación?
Groenlandia ha dejado claro que no está en venta. No se comprará Groenlandia.
Por ahora, pero en el futuro, las cosas podrían…
Cualquier cosa puede pasar, pero me sorprendería mucho que Groenlandia estuviera dispuesta a renunciar a su independencia. Y, como ocurre con Trump, no ha dejado claro qué significaría comprar Groenlandia. ¿Se convertiría en el estado 51? Con apenas 50,000 o 60,000 habitantes, enviaría dos senadores y un representante progresista al Congreso. Si no es un estado, ¿cuál sería su estatus? ¿Un territorio dependiente? ¿Algo similar a Puerto Rico? Hasta que Trump aclare todo esto, es solo un sueño irrealizable.
Así que, según usted, estos planes e ideas no sucederán.
Mira, el gran primer ministro británico, el difunto gran Benjamín Disraeli, dijo una vez, finalidad no es una palabra que usamos en política. Así que nunca quiero decir nunca, pero permítanme decir, es muy poco probable que nada de esto se llevará a cabo.
En 2006 se postuló para ser senador por Maryland. ¿Consideraría postularse nuevamente para un cargo público en el futuro?
¡Absolutamente no! Primero, tengo 77 años. Creo que ya pasé la edad de tener esa ambición política. Además, fue uno de los mayores errores que cometí. Soy muy bueno hablando de ideas y temas, pero no fui un buen político porque nunca me sentí cómodo hablando de mí mismo ni promoviendo mi figura. No era mi estilo. Además, me presentaba a las elecciones a contracorriente del Partido Demócrata, lo que no llevó a ninguna parte en el Estado de Maryland porque está muy ligado a la política partidista.
¿Cómo ve la posibilidad de que Trump termine o no su mandato, teniendo en cuenta su salud y los desafíos que enfrenta debido a su edad?
No soy médico, así que no puedo dar un diagnóstico médico. Yo soy un tipo diferente de doctor, PhD, en historia, pero sin duda eso es un problema. Él es un poco mayor que yo y no está en la mejor de las formas, no tiene la mejor dieta. Así que, aunque no estoy dando una opinión informada de una manera u otra, ya sabes, claramente, que para alguien de esa edad que tiene problemas, es algo para tener en cuenta.
Bueno, nadie que coma McDonald’s podría vivir 100 años.
Sí, claro. Y nunca ha revelado ningún detalle de su historial médico tampoco. Han criticado a los demócratas por ocultar la salud de Biden. Si eso es cierto o no, nunca lo sabremos, pero ciertamente no han sido comunicativos con los detalles sobre la salud de Donald Trump.

¿Cómo ve el futuro político de J.D. Vance?
Creo que tiene un futuro muy brillante dentro del Partido Republicano. Sabes, a menudo oyes hablar de los republicanos MAGA frente a los republicanos convencionales. Eso es noticia vieja. El Partido Republicano es el Partido MAGA. Los llamados republicanos convencionales han desaparecido. Los pocos que quedan son insignificantes. Y J.D. Vance es claramente el heredero aparente del Partido Republicano MAGA. Si Donald Trump se fuera mañana, muy poco cambiaría dentro del Partido Republicano. Obviamente, es una personalidad extraordinaria, lo ames o lo odies, pero en términos de lo que el partido representa, no depende de Trump.
¿Cómo imagina el panorama político estadounidense para las elecciones de 2028?
Es demasiado pronto para prever las elecciones de 2028. Pero, a menos que Trump haga algo extraordinario para alterar la institución de nuestra democracia, va a ser una elección de escaño abierto. Trump no puede volver a presentarse según la Constitución. Las elecciones de escaño abierto son muy difíciles para el partido que ostenta el poder, como vimos en 2016 o 2008. Y en cierto sentido, 2024 fue un escaño abierto porque el titular fue expulsado de la carrera. Así que 2028 ofrece una oportunidad real para que los demócratas recuperen el poder. Pero realmente necesitan desarrollar mejores mensajes. Joe Biden ha conseguido más logros domésticos que cualquier presidente desde los años 60. El proyecto de ley CHIPS, el proyecto de ley de estímulo, el proyecto de ley de infraestructuras, el proyecto de ley de quemas, el proyecto de ley de impuestos y cambio climático, el proyecto de ley para reducir los precios de los medicamentos. Es un conjunto extraordinario de logros, pero nadie los conoce porque los demócratas son muy deficientes a la hora de transmitir mensajes. Tienen que aprender a desarrollar un mensaje sencillo y convincente.
Irónicamente, el mejor mensaje que escuché de los demócratas se produjo demasiado tarde después de las elecciones. Fue hace un par de días, en el discurso de despedida de Joe Biden, cuando por fin los demócratas se enfrentaron al poder de los muy ricos, los oligarcas de Estados Unidos, y empezaron a desarrollar un mensaje sencillo y convincente que atrajera a los estadounidenses de clase media y trabajadora. Tienen que basarse en eso.
¿Qué cree que pasará con el futuro político de Kamala Harris? Parte de los demócratas están decepcionados con ella y los resultados.
Su futuro político es incierto. Muchos demócratas, por supuesto, después del hecho, les encanta señalar con el dedo, estaban descontentos con su actuación. Eso es inevitable con un candidato perdedor. Pero ella es relativamente joven, tiene unos 60 años. Sospecho que se presentará de nuevo en 2028 para la nominación demócrata, pero de ninguna manera tiene asegurada la nominación. Creo que será una contienda muy abierta.
¿Cree que Trump acabará con la guerra en Ucrania este martes? Él dijo que en 24 horas acabaría con esa guerra. ¿Cómo cree que se maneje este asunto?
Eso no va a suceder. Y no creo que vaya a repetir, ya sabes, esa promesa que no puede cumplir. Va a ser un proceso muy difícil y largo para poner fin a la guerra, si es que lo hace. No está claro que las dos partes puedan reunirse de forma satisfactoria. No creo que la guerra en Ucrania vaya a ocupar un lugar destacado en la toma de posesión. Las tomas de posesión suelen ser muy temáticas.
¿Cree que estamos cerca de una Tercera Guerra Mundial?
No creo que nos dirijamos a una Tercera Guerra Mundial. Eso sería devastador para el mundo entero. No habría vencedor en una guerra nuclear. Como han dicho los expertos en la materia, si tuviéramos una guerra nuclear y si tuviéramos la Tercera Guerra Mundial entre las grandes potencias, es una posibilidad real. Todo lo que vamos a hacer después de la guerra es ver lo alto que van a rebotar los escombros.
No voy a profetizar sobre una Tercera Guerra Mundial. Eso es algo que no deberíamos hacer en este momento. Sí, hay grandes retos diplomáticos en Oriente Medio, en Extremo Oriente y en Ucrania, pero eso es cierto en todas las administraciones presidenciales. Cada administración llega con todo tipo de desafíos y queda por ver la eficacia con la que Trump aborda estos desafíos.
Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, será el primer secretario de Estado latino, ¿Cómo cree que esta nueva administración trabaje respecto a Cuba, Venezuela, Nicaragua y América Latina en general?
Bueno, creo que Marco Rubio es probablemente el mejor designado de los muchos que ha hecho Donald Trump. La mayoría de ellos carecen de cualificaciones o incluso suponen peligros para Estados Unidos, como los nominados para secretario de Defensa y director nacional de Inteligencia. Pero Marco Rubio sin duda está cualificado para el cargo y creo que impulsará un acuerdo de cooperación con América Latina al que Trump podría estar dispuesto a acceder. Así que puede que veamos algunas idas y venidas entre Trump y Rubio en esa política.
¿Qué opina de los nominados del gabinete de Trump?
Creo que son muy peligrosos. Ya sabe, Joe Biden advirtió sobre una oligarquía que ejerce un poder indebido sobre la vida y la sociedad estadounidenses. Y creo que tiene toda la razón.
Vimos la enorme influencia de Elon Musk, el hombre más rico del mundo, que es más rico que la mayoría de las naciones del mundo. Vimos cuánta influencia fue capaz de ejercer. El gabinete de Trump está lleno de multimillonarios cuyo interés es enriquecerse a sí mismos y a sus amigos, no ayudar a la clase media o a la clase trabajadora. Y, además, muchos de sus nominados, como te puse algunos ejemplos, carecen de cualificación y pueden estar llevando al país por derroteros muy peligrosos.
¿Considera a Trump como una anomalía en la historia de Estados Unidos?
Trump es, en gran medida, una anomalía en la historia de Estados Unidos. Nunca antes habíamos tenido un presidente que fuera un delincuente convicto, 34 cargos por delitos graves, que haya sido acusado de delitos muy graves de tratar de impedir la transferencia pacífica del poder y socavar nuestra seguridad nacional. Nunca ha habido un presidente que haya sido declarado civilmente responsable de abusar sexualmente, difamar y herir a una mujer. Nunca hemos tenido un presidente que haya sido declarado civilmente responsable de haber cometido un fraude financiero masivo. Y nunca hemos tenido un presidente tan inclinado al autoritarismo como Donald Trump. Así que sí, creo que es en gran medida una anomalía. Pero como he dicho, ahora es típico de lo que representa el Partido Republicano.
¿Quién puede beneficiarse realmente después de Trump y sus amigos en esta nueva administración?
Está claro quién se va a beneficiar, sus amigos ricos. Quieren extender y ampliar los recortes de impuestos. Y sabemos que esos recortes de impuestos benefician específicamente a las corporaciones y a los ricos. Hay algunos beneficios para la clase media, pero abrumadoramente, los beneficios van a los ricos y las corporaciones. Además, propone la desregulación de las normativas empresariales, lo que en esencia abrirá la puerta a que las empresas hagan lo que necesiten para aumentar sus beneficios sin preocuparse de entrar en conflicto con los reguladores federales. Va a abrir nuevas tierras y oportunidades para la perforación y la minería. Así que, absolutamente, los beneficios van a fluir a las corporaciones y a los ricos. Y, por supuesto, hemos oído de Scott Bessent, que ha recreado la vieja teoría del goteo. Si empoderamos y vigorizamos e incentivamos a los empresarios, esos beneficios se filtrarán a la clase media y trabajadora. Y, por supuesto, eso no ha funcionado. Ahora tenemos, como ha subrayado Biden, desigualdades en riqueza e ingresos que hoy son iguales o mayores que en 1929, en vísperas de la Gran Depresión.
Ahora me gustaría preguntarle por sus planes de futuro. ¿Tiene planes de escribir un nuevo libro?
Sí, voy a publicar un nuevo libro. Lo publicará este año la editorial de la Universidad de Notre Dame, una organización muy prestigiosa, y se titula Conservative at the Core, A New History of American Conservatism. Y entra en gran detalle para explicar lo que realmente representa el conservadurismo moderno. Señala que Trump no secuestró ni socavó el conservadurismo, sino que es la culminación natural del movimiento conservador estadounidense.
Alguna palabra para agregar para el público latinoamericano.
Sí, volvería a recalcar nuestro programa es a las 9 p.m. hora del este de Estados Unidos todos los martes y jueves en Allan Lichtman YouTube. No soy un experto en América Latina, pero hablamos de América Latina y de la relación entre Estados Unidos y América Latina. Eso sale en nuestro programa.
He estado en muchos países de América Latina. Hace poco estuve en Brasil. Me encanta la gente. Me encanta la cultura. Me encanta la comida… Así que estoy feliz de hablar más sobre ello. Y le deseo lo mejor a su audiencia. He estado en Perú y he ido de excursión a Machu Picchu, en los Andes. Fue una de las experiencias más extraordinarias de mi vida. También fui a la selva amazónica y a algunas ciudades. Y me encantó mi experiencia en Perú.
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