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A principios de este mes, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunió nuevamente con sus predecesores, los expresidentes François Hollande (2012-2017) y Nicolas Sarkozy (2007-2012), para cerrar un capítulo caótico en la política francesa y nombrar un nuevo Primer Ministro. Estos encuentros no fueron informados oficialmente a la prensa por el Elíseo. Cabe decir que Hollande es actualmente diputado en la Asamblea Nacional (la cámara baja del Parlamento Francés).
No es la primera vez que estos líderes políticos se reúnen en el Elíseo; ha sucedido anteriormente, aunque siempre a petición de Macron. Estas reuniones se han llevado a cabo por separado debido a las diferencias políticas entre ellos: Hollande es un socialista de centroizquierda, mientras que Sarkozy pertenece a la derecha conservadora. No es que se hayan sentado juntos en una misma sala compartiendo vino tinto. A pesar de que los dos expresidentes mantienen enfoques distintos sobre la política nacional y exterior de Francia, Macron parece valorar sus puntos de vista por su experiencia. Por lo tanto, se trata de reuniones bilaterales, no trilaterales.
Hace seis meses, el 6 de marzo, Macron convocó a Hollande y Sarkozy para discutir la guerra en Ucrania, en particular sobre el papel de Francia en el conflicto y su posición en la OTAN. En esa ocasión, Macron alarmó a la comunidad internacional al sugerir la posibilidad de enviar tropas occidentales en dicha guerra. Es conocido que Hollande desempeñó un papel clave durante la crisis de Crimea en 2014, mientras que Sarkozy es recordado por su gestión del conflicto en Georgia en 2008. Curiosamente, yo me encontraba en París en esas fechas y no dudé en acreditarme ante el Elíseo para dicho evento. En el video pueden ver un poco de lo que capte aquel día.
Aunque estas reuniones no son parte de una política formal, ley o tradición republicana, Macron ha iniciado una nueva costumbre en la política francesa: recurrir a sus antecesores para pedir asesoramiento y dialogar, ya sea en momentos de política nacional o internacional. Estas reuniones entre los mandatarios se están volviendo un estilo característico de la política de Macron. De hecho, este tipo de encuentros han sido raros o prácticamente inexistentes en gobiernos anteriores de la Quinta República Francesa. La primera vez que Macron se reunió con François Hollande y Nicolas Sarkozy fue en 2017, poco después de asumir la presidencia. En esa ocasión, Macron los invitó al Palacio del Elíseo para discutir temas de política exterior, en particular sobre el futuro de la Unión Europea y la relación de Francia con otros países.
