Édouard Larnaudie-Eiffel, descendiente de Gustave Eiffel: “Es un patronímico muy famoso, se podría volver a hacer una marca y es lo que queremos evitar”

El descendiente de Gustave Eiffel habla en nombre de su familia, su vida y el trabajo que hace la asociación familiar para preservar el legado de su patriarca, además comenta acerca de la controversia sobre los anillos olímpicos en la Torre Eiffel.

Foto: Newsyman
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Cuando escuchamos el nombre “Eiffel”, inmediatamente pensamos en la emblemática torre de París, uno de los monumentos más visitados del mundo. Pero también lo asociamos con su creador, Gustave Eiffel, el hombre que le dio su nombre. Aunque mucho se ha dicho sobre sus extraordinarias construcciones alrededor del mundo, poco se sabe de su familia. Gustave Eiffel contrajo matrimonio en 1862 con Marie Gaudelet, y juntos tuvieron cinco hijos: Claire (1863), Édouard (1864), Valentine (1865), Albert (1867) y Laure (1868). Hoy, seis generaciones después, la familia Eiffel sigue manteniendo vivo su legado.

Recientemente, la familia Eiffel ha estado en el centro de una pequeña controversia. La decisión de la Alcaldía de París de mantener los anillos olímpicos en la Torre Eiffel hasta 2028 ha sido rechazada por los descendientes de Eiffel. Esta familia está agrupada en la Asociación de los Descendientes de Gustave Eiffel, una organización dedicada a proteger y preservar el legado de su ancestro. Independientemente de esta polémica, la asociación trabaja arduamente para cuidar el nombre y la herencia patronímica y eso es lo que vine a buscar con este artículo.

Uno de esos descendientes es Édouard Larnaudie-Eiffel, a quien tuve la oportunidad de entrevistar. A sus casi 32 años, nació en octubre de 1992, vive en París y forma parte de la quinta generación de la familia Eiffel. Es bisnieto de Marguerite Eiffel, nieta de Gustave. Aunque está casado, aún no tiene hijos, pero continúa siendo un eslabón fundamental en la preservación de la historia familiar. Descubrí que Édouard es un joven con los pies en la tierra, que sabe que cosas quiere en esta vida y aquí me cuenta detalles interesantes de su familia y de él mismo.


1. ¿Qué se siente ser un descendiente de Gustave Eiffel?

Es un orgullo inmenso y también un deber. Un orgullo de ser descendiente de una figura tan famosa como él a nivel global. Cada vez que viajo, me sorprende el impacto que ha tenido en nuestro mundo mi antepasado, con muchísimas obras, mucho más que la Torre Eiffel, incluso si la Torre es la más conocida, la más famosa. Es un deber, como te decía, porque creo que es un patrimonio que tenemos que proteger para evitar que sea utilizado con malos fines. Nosotros lo que hacemos en la asociación es defender la imagen y todas las obras de Gustave Eiffel. De un lado memorial, diría, que se enfoca en hacer vivir la memoria de su trabajo con las nuevas generaciones. En dos palabras: orgullo y deber.

2. ¿Alguna vez ha sentido presión o responsabilidad por llevar el apellido Eiffel?

Yo creo que hay que distinguir: él fue famoso, su obra es famosa, yo, como persona, no soy tan famoso. Presión nunca he tenido y nunca hubo. El único papel que tenemos es proteger este patrimonio y este (apellido) patronímico. Yo no soy ingeniero, no trabajo en el mismo campo que él estuvo, y creo que él fue un ejemplo de éxito casi único en su época. No hay comparación, solo admiración.

3. Recuerdo haber hablado con un descendiente de la gran familia de mecenas italianos Medici y me comentaba que había cierta presión social por el apellido, por lo que esperan los demás de ti.

Es interesante la comparación que haces porque Gustave Eiffel nació en una familia no pobre, pero no con mucha riqueza. Trabajó toda su vida y, obviamente, al final tuvo mucho éxito y merodeaba en los círculos de poder en Francia, incluso si nunca hizo política. Creo que siempre su motor era, ‘al principio, el trabajo, y al final el trabajo’, y el valor del trabajo es un valor que fluyó, que nos ha transmitido de generación en generación, y de dedicarse a lo que hacemos. Para mí nunca fue un peso, sino un orgullo, y la verdad, tengo ganas de también hacerme un nombre por mí mismo, por mi trabajo. Su vida es un ejemplo de muchos valores buenos que podemos encarnar en nuestra vida. (Eiffel) tenía una mente abierta, tenía una mente de pionero. Eso que nos ha transmitido es algo que yo quiero con mucha humildad encarnar en mi vida.

4. ¿Cómo ha influido en tu vida personal y profesional ser descendiente de Eiffel?

Primero, en mi vida personal me ha tomado un poco de tiempo para que de verdad me interese su trabajo, su obra. Tuve la oportunidad de poder involucrarme un poquito más al principio de mi veintén en la asociación y entendí. Sin embargo, siempre ha estado muy presente, porque es algo de lo que mi bisabuela, abuelos y mis padres hablaban. Mis tíos y tías, también, es un tema compartido obviamente entre toda la familia. Siempre ha estado presente, pero me interesó más desde hace unos años. Además, con el papel muy chiquito que tuve en esta asociación, me acerqué más a lo que significaba para mí. De un lado profesional, para ser sincero, no es algo que pongo adelante. Obviamente, la gente siempre se sorprende porque dicen: ‘¡Ay! Te llamas Eiffel como la torre’, y hay que explicar la historia. Mi nombre es Édouard Larnaudie-Eiffel, él era Gustave Eiffel, él hizo su camino, yo hago el mío, pero no dependiendo de él, y sobre todo no disfrutando de una fama que él tuvo y que yo no he hecho nada para tener. Es un orgullo, pero a la vez yo sigo mi propio camino, y en el mundo laboral la gente está interesada en la historia, pero nunca confunden Gustave con sus descendientes.

Foto: Newsyman. Édouard Larnaudie-Eiffel: “(Eiffel) tenía una mente de pionero. Eso que nos ha transmitido es algo que yo quiero con mucha humildad encarnar en mi vida”.

5. Cuéntanos un poco de ti, ¿A qué te dedicas?, ¿Y si de pequeño pensabas con ser ingeniero como Gustave?

Yo soy un parisino con raíces en el suroeste de Francia, tengo casi 32 años, estoy casado y trabajo en una empresa energética de Francia, en funciones más de finanzas, no mucho que ver con la ingeniería. Tenemos varios ingenieros en la familia, por ejemplo, mi hermano. Yo no soy ingeniero, nunca lo he pensado porque a mí me encantaban las letras; me encantan todavía, incluso mi trabajo, que hoy es más de cifras, al principio tenía más que ver con ciencias humanas que con ciencias duras y matemáticas. Nunca ha sido un complejo, una vez más, somos diferentes y no hemos recibido ninguna presión de nuestra familia para ser ingenieros, y en mi círculo familiar cercano no hay tantos ingenieros. Tenemos varios científicos. La pregunta no es: ¿Quién quiere tomar el papel de Gustave? Hacemos nuestro propio camino y estamos bastante felices.

No obstante, ahora que lo pongo en perspectiva, yo trabajo en una empresa industrial de energías tanto fósiles como renovables, y es algo que tiene que ver con proyectos grandes, en entornos internacionales, y creo que es algo que también nos ha transmitido (Gustave Eiffel).

6. ¿Qué anécdotas familiares se cuentan sobre Gustave Eiffel que no sean conocidas?

Mi abuela siempre nos contaba que su mamá, entonces mi bisabuela, le contaba de Gustave Eiffel, que cada año en Navidad repasaba las notas, las calificaciones de todos los nietos, para decirles si habían hecho bien o si habían hecho mal. Creo que él era muy exigente consigo mismo, pero también exigente con su familia. Esta es una anécdota que siempre nos ha servido. No era un hombre superficial, no era un hombre materialista, eso no lo creo, incluso cuando le fue muy bien al final de su vida. Fue un hombre basado en lo concreto. Con sus nietos era exigente, más de: ‘Felicidades, hiciste bien, sigue así’ o ‘Hiciste mal, vamos a hablar’.

7. La Torre Eiffel es la obra más famosa que hizo Gustave Eiffel, pero además de ella hizo cientos de obras arquitectónicas. ¿Cuál es tu obra favorita más allá de la Torre Eiffel?

Entre todas, hizo un puente en Cantal (Francia) que se llama el Viaduc de Garabit, que es impactante. La estación de tren en Budapest también es una maravilla, y obviamente también me enorgullece un poquito saber que él hizo la estructura de la Estatua de la Libertad en Nueva York.

Hay puentes en Portugal, en lugares donde te preguntas: ¿Cómo lo hicieron en el siglo XIX? De obras hay varias. Si quieres que te diga una, yo elegiría la pasarela que está en Bordeaux. ¿Y por qué está? Primero, porque la asociación tuvo que defenderla. Fue un gran éxito haber logrado que no se destruyera. Aparte, hay varios proyectos que siguen siendo realizados por el Ayuntamiento de Bordeaux para involucrar esa pasarela en un entorno más moderno y hacerla como un puente de pasaje, con oficinas y lugares de vida en el río. Hubo muchos proyectos con esta pasarela que te hacen dar cuenta del vínculo que podemos hacer entre el pasado y el futuro, y es lo que también queremos hacer con la asociación. Aparte de eso, yo soy del suroeste, entonces Bordeaux siempre ha tenido un sabor especial para mí.

8. A propósito de que mencionas la asociación, ¿Cuál es el trabajo en el que recientemente está trabajando la Asociación de Descendientes de Eiffel?

Bueno, si divido tu pregunta en dos, yo diría que hay tres papeles claves para la asociación. El primero es promover la memoria y el legado científico de Eiffel, porque hay que acordarse que, además de ingeniero, fue un gran innovador en su época. Entonces, dentro de la asociación tenemos un comité científico que hace vivir este legado, y por eso hay varias universidades en Francia que se llaman Universidad Gustave Eiffel. Tenemos muchos vínculos con las esferas científicas en Francia, eso como un primer punto. El segundo punto es defender la imagen de Eiffel y el patronímico de utilización agresiva. (Eiffel) es un patronímico muy famoso. Casi que se podría volver a hacer una marca, y es justo lo que queremos evitar. Nosotros decimos que hay que tener mucho cuidado en cómo utilizamos el nombre Eiffel para que no se convierta en una marca comercial. Defendemos el patronímico, y eso toma tiempo porque significa también hacer procesos judiciales. A veces atacamos a marcas que utilizan el nombre de Eiffel de manera abusiva, y eso toma tiempo también. Tenemos todo un comité de juristas y abogados que nos ayudan en este tema. Y significa que estamos siempre vigilantes sobre la utilización del nombre Eiffel. Tenemos un papel de defensa de las obras para que se conserven. Y cuando decimos obras de Gustave (Eiffel), obviamente son obras en todo el mundo, lo que significa más de 500 obras.

9. ¿Qué empresas están usando el nombre de Gustave Eiffel de manera incorrecta?

La verdad es que no voy a hablar de ello, porque hay que respetar una cierta discreción acerca de esos trámites judiciales, pero ha habido varias. A veces la gente lo hace sin saber, y nosotros le hacemos acordar a esa gente y a esas empresas que no pueden hacer todo lo que quieran con este nombre.

10. ¿Cómo están las relaciones entre el Ayuntamiento de París, La Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE) y su asociación?

La relación con el Ayuntamiento de París y la SETE ha sido increíble. Siempre nos han escuchado y nosotros nos llevamos muy bien con la sociedad de explotación (SETE). El año pasado fue el centenario de la muerte de Gustave Eiffel e hicimos un evento juntos con ellos, y tuvimos una exposición organizada por el vicepresidente de la asociación, justo abajo de la Torre Eiffel. Entonces nos dan lugar, lo cual no están obligados a hacer, pero nos dejan espacio para avanzar en nuestras ideas y comentar lo que hacen. Las relaciones están fluidas.

11. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunció que los anillos olímpicos permanecerán en la Torre Eiffel hasta 2028, causando cierta polémica, y tu asociación familiar no está de acuerdo. ¿Hay algo que quieras decir al respecto?

La primera cosa que quiero decir es que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en París fueron un éxito enorme, global y tremendo, y me enorgullece muchísimo que la torre tuviera tanta importancia, sobre todo en la ceremonia de apertura. De eso queda claro, y creo que el 100% de los parisinos están felices con lo que han vivido en estos Juegos Olímpicos.

Acerca de los anillos, lo que te puedo decir en nombre de la asociación es que tenemos una posición que no es ni política ni polémica. Lo que quiero recordar a la gente es que la torre siempre ha servido de abanderada por valores o eventos claves en diferentes contextos. Puedo tomar como ejemplo el apoyo que Francia quiso expresar a Ucrania cuando Rusia la invadió, cuando la torre se iluminó de azul y amarillo. También lo hubo por el movimiento mujer, vida, libertad en apoyo a lo que pasaba en Irán. Lo hubo también cuando Francia tomó la presidencia del Consejo de la Unión Europea. Creo que hay que tener muchísimo cuidado en la utilización del símbolo para que no se desvalorice. Entonces, yo amé estos Juegos Olímpicos, pero ver que se van a quedar, porque la última hipótesis es que se queden durante cuatro años los anillos del Comité Olímpico Internacional (COI), que es una organización privada, no me gusta tanto. Si lo comparas a todos los eventos que te acabo de mencionar, bueno, siento que es un poco floja la idea de que sea el símbolo que queremos enviar a la gente del mundo. Veo un daño simbólico al quedarse por cuatro años, y no quiero que la torre sea privatizada por el COI. Es algo que, a nivel personal, no me gusta, y sobre todo si durante cuatro años está «alquilada» por el COI. ¿Qué mensaje podemos mandar al mundo si quizá mañana Francia quiere expresar un apoyo a otro país o causa? Significará que la Torre Eiffel ya estaría ocupada. Eso no me gusta.

Puedo entender que se queden hasta el final del año, por ejemplo, porque 2024 es el año de los Juegos Olímpicos, eso podría ser. Pero de manera permanente, yo no lo quiero, y la verdad es que es algo que no queremos como asociación. La situación en la cual estamos es que el Ayuntamiento es dueño de la Torre, entonces nosotros no tenemos un papel legal que influya en esta decisión. Lo que lamentamos es que no hubo diálogo entre el Ayuntamiento de París y nosotros acerca de este tema. Esperemos que en las semanas que vienen la alcaldesa de París abra un poco el diálogo, pero hasta hoy no se ha hecho. Ojalá se haga para que podamos expresar con ella nuestro punto de vista.

Lo que queremos evitar es que se haga daño al gesto arquitectónico de mi antepasado. Creo que estos aros no se van a poder quedar porque son demasiado pesados para la estructura, entonces los van a tener que cambiar por otros anillos, un objetivo simbólico en el cual no veo tanto el punto. Y me pongo en el punto de vista de los turistas y de los parisinos. Si preguntas lo que opinan, muchos te van a decir que, desde un punto de vista estético, hace daño a la torre. Además, ya he visto reportajes donde ves a turistas entrevistados que dicen: «Yo quería una foto con la Torre Eiffel y me quedo con los anillos olímpicos». No es el papel de la Torre.

Eso es lo que te podría decir acerca de esta mini polémica. La ministra de Cultura dijo que teníamos que tener una discusión acerca de esto con varias instancias públicas, y esperamos poder ser parte de la discusión. La asociación está levantando la voz para ser escuchados. Ojalá podamos, al menos, discutir nuestros argumentos con el Ayuntamiento de París y las autoridades responsables.

Foto: Aimee Dilger

12. La Torre Eiffel fue una de las 77 semifinalistas para ser considerada maravilla mundial. Ha habido varias amenazas de bomba y se sabe qué grupos terroristas quieren volarla. Sabemos los terribles sucesos de los atentados terroristas que vivió Francia en 2015. ¿Crees que se esté cuidando bien de la Torre Eiffel y se estén tomando las medidas para prevenir desgracias?

La Torre no es cualquier monumento, es el emblema de París. Siendo lo que es, es un objetivo terrorista que han contemplado, porque, aparte de ser un símbolo, hay muchísima gente que viene a visitarla. Hablamos de 7 millones de visitantes al año. Hablando de seguridad, yo me acuerdo de que antes de los atentados podías pasar de noche o de día sobre la base de la torre, entre los pilares, como querías. Solo tenías un control al subir a la torre, pero no en el perímetro. Y pasamos de esto a un perímetro que ya está cerrado y resguardado. Si es suficiente o no, no soy juez de eso; hay personas muchísimo más capaces en este campo que yo, que han pensado en la seguridad. Creo que hacen un buen trabajo, porque en tiempos tan complicados como los que hemos pasado desde casi 10 años, nunca pasó nada en la Torre Eiffel – toco madera para que siga así. Creo que en estos temas hay que seguir vigilante y seguir tomando en cuenta el riesgo. Pero creo que las autoridades, el Ayuntamiento de París y la Prefectura de París hasta hoy lo hicieron muy bien. Creo que, si este perímetro cerrado es necesario para asegurar a la gente que viene a visitar la torre, hay que conservarlo. Si se impide un poco ver los pilares desde abajo, creo que es un sacrificio limitado y necesario para que sigamos sin incidentes.

13. ¿Crees que si Gustave Eiffel estuviera vivo hoy, estaría orgulloso de cómo ustedes administran su legado?

Muy buena pregunta. Creo que sí. Quiero creer que sí. Está claro que estamos haciendo todo para que su memoria y su trabajo vivan. Nos basamos, no tanto, en la fama de un hombre, sino más en la promoción del científico, de la innovación, en el carácter impactante de su trabajo a nivel global. Tenemos varios comités que trabajan por esa meta, entonces creo que reconocería el valor de nuestro trabajo.

14. ¿Crees que tu tatarabuelo recibió suficiente reconocimiento en vida por sus contribuciones a la ingeniería y a la humanidad?

Yo creo que sí. «Suficiente» es muy difícil de saber por qué no estábamos ahí y no te podría decir en ese contexto. Aparte, no soy científico ni experto, pero lo que sí creo es que durante los años 1870 a 1890 él era una figura muy famosa y muy importante en el escenario científico a nivel global y en la escena parisina y francesa. Éxito tuvo, y reconocimiento también. No sé si fue suficiente. Eiffel tuvo su momento de gloria. Incluso creo que él siempre ha sido humilde con eso, y una vez más, su asunto no era brillar; su asunto era trabajar e innovar.

15. Estuve en París y recuerdo que me comentaron que quieren peatonalizar el puente d’Iéna, que está al frente de la Torre Eiffel, porque actualmente es una vía vehicular y muchos se arriesgan estando en medio para tomarse una foto. ¿Incluso que te parece la idea de un París completamente peatonal?

Bueno, proyectos de hacer calles peatonales en París hay muchos que ya se han hecho y otros que están en proyecto. Yo no soy urbanista. La única cosa que veo, siendo parisino, es que sí es bastante agradable caminar por las calles de París sin autos y disfrutar. Pero hay que acordarse de que la gente vive y hay negocios. Entonces, una ciudad 100% peatonal, ahora mismo, se me hace un poco ilusorio. Siento que tendría sus lados buenos y sus lados malos. Obviamente, para la torre y con el mundo que viene a verla, creo que tal vez podría ser buena idea hacerla peatonal, al menos los fines de semana o algo así.

16. ¿Te gustó la película que se hizo sobre Gustave Eiffel en 2021?, ¿Hubo alguna participación de la familia, quizá en el guion?

Martin Bourboulon, el director de la película, siempre ha estado abierto a platicar con nosotros. Nuestra expresidenta de la asociación, Myriam Larnaudie-Eiffel, que es mi tía, ha dialogado mucho con él para que el guion fuera lo más cercano a la realidad. Obviamente, es una película, y por el romance está un poco fuera de lo que pasó, pero hay que reconocer a Martin Bourboulon, que siempre nos ha involucrado. Si te interesa, podrás ver varias entrevistas de Myriam, mi tía, con el director en varios medios, franceses. Para mí, la película fue un éxito. Romain Duris, que es un actor muy famoso, hace su papel muy bien, y además de eso, creo que el esfuerzo del director para asegurar que su guion no esté tan lejos de la realidad es algo que hay que reconocer. Da un toque romántico a la vida de mi antepasado que creo que le gustó mucho a la gente.

Foto: Antonin Menichetti. De izquierda a derecha, Martin Bourboulon (director), Romain Duris (Gustave Eiffel), Pierre Deladonchamps (Antoine de Restac) y Emma Mackey (Adrienne Bourgès) durante el rodaje de Eiffel, la película.

17. Para finalizar esta entrevista, Édouard, ¿hay algo que te gustaría decirles a las personas que admiran las obras de Eiffel o a quienes quieran imitarlo o construir cosas enormes, maravillosas o innovar en este mundo?

No es una pregunta fácil. La primera parte de tu pregunta, sobre qué puedo decir a la gente que admira el trabajo de Eiffel, es que visiten lo que la asociación hace en su página web, porque hay mucha información sobre sus obras y sobre el comité científico de la asociación. Para la gente que sí está interesada en el trabajo de Eiffel, hay muchísimos materiales muy interesantes para que conozcan mejor su obra. Y para quienes quieran imitarlo, ¡buena suerte! Que hagan su propio estilo y su propio trabajo, porque creo que es algo que Gustave siempre hizo en su vida: hacer las cosas a su manera e innovar.

IMPORTANTE

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Manuel Alejandro Navarro

Periodista y escritor peruano, especializado en geopolítica y entrevistas.
Fundador y CEO del periódico digital Newsyman, defensor en Salud Mental.

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