Reseña: Esmirna, mejor que Estambul, la ciudad turca como nadie te contó

Por 16 de mayo de 2025
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Izmir —nombre original en turco. Esmirna en español— es la tercera ciudad más poblada de Turquía. Habitada desde al menos el año 3000 a.C., es decir, hace más de 5.000 años. Por aquí pasaron los hititas, griegos, romanos, bizantinos y otomanos. Algunos historiadores sostienen que Homero, autor de La Ilíada y La Odisea, nació en esta ciudad alrededor del siglo VIII a.C. Esmirna es una gran ciudad moderna con clima cálido y un mar tranquilo; en mi opinión, la mejor urbe del Egeo turco.

¿Cómo ir?

Partí desde Estambul rumbo a Esmirna en autobús, saliendo de la principal estación de autobuses de la ciudad: Otogar Esenler. Esta se encuentra en el lado europeo, tiene una forma hexagonal y se puede llegar fácilmente en metro gracias al sistema de transporte interconectado de Estambul. Aunque también hay otras terminales de buses, estas son más pequeñas.

Allí verás decenas de compañías que ofrecen viajes en bus a casi todas las ciudades y pueblos de Turquía. Y algo importante: se puede negociar el precio. Para el primer semestre de 2025, el pasaje de Estambul a Esmirna cuesta unas ₺600 liras turcas (aproximadamente $15 USD), pero regateando yo lo conseguí por ₺500 TRY.

Hay salidas todos los días, y los horarios varían según la agencia. Mi recomendación para ahorrar costos es tomar un bus nocturno, ya que el trayecto dura al menos seis horas. Algunos servicios hacen paradas en ciudades intermedias, lo que puede extender el viaje hasta ocho horas. Otra forma de llegar a Esmirna es tomar un avión.

Primera impresión: muchas parejas y amor por Atatürk

Debo confesar que llegué a Esmirna con pocas expectativas, pero altamente impulsado por recorrer una de las siete iglesias del Apocalipsis. Esta ciudad costera superó mis experiencias en Estambul: Esmirna ofrece una amplia gama de lugares y actividades por ver y disfrutar.

Llegué a las seis de la mañana —todavía en pleno crepúsculo— y ya quería ir a ver las antiguas ruinas de la ciudad de Esmirna: el ágora. Aún era muy temprano y el sitio estaba cerrado; abría a las 8:30 a. m., así que decidí ir a desayunar y conocer un poco la ciudad. Entre mis primeras impresiones, algo que me llamó mucho la atención fue la gran cantidad de parejas.

Quizá te sorprenda ver una cantidad considerable de parejas en esta ciudad, especialmente en el distrito de Bornova. ¿Por qué tantas? La razón es que Esmirna alberga varias universidades, entre ellas las mejores de toda Turquía, lo que la convierte en una ciudad llena de gente joven todo el tiempo. Además, Esmirna es conocida por tener a las mujeres más lindas de todo el este del Mediterráneo. Para algunos, incluso, las más hermosas del mundo.

Me sorprendió profundamente el amor que esta ciudad siente por Mustafa Kemal Atatürk, padre fundador de la República de Turquía y a su vez el primer presidente. Su imagen está presente en todas partes: en los sistemas de transporte urbano, en las calles, en las sillas, restaurantes, monumentos y parques. Incluso hay una enorme escultura en la ladera de una montaña, al estilo del Monte Rushmore. Se trata del busto de Atatürk en la provincia de Buca.

Antigua ciudad de Esmirna

Mientras el sol comenzaba a abrazar la ciudad y me acercaba al sitio arqueológico, podía ver vestigios griegos y romanos. Las columnas llamaban poderosamente mi atención. Mármol y vegetación se entremezclaban, junto a una atmósfera serena, casi como la de un pequeño pueblo.

Llegué al antiguo centro neurálgico de Esmirna, conocido como el ágora. La entrada al recinto cuesta €6 EUR (aunque el pago se realiza únicamente en liras turcas o también con tarjeta). Este sitio está ubicado en el centro histórico de la ciudad, en el distrito de Konak. Allá en su época, funcionaba como centro administrativo, judicial y comercial, además de tener plaza pública y mercado.

Al visitarlo, lo primero que se observa es un conjunto de estructuras subterráneas que alguna vez sirvieron como mercados, junto con un sofisticado sistema hidráulico que, sorprendentemente, parte de él aún sigue en funcionamiento. Este lugar destaca por sus arcos bien construidos para resistir terremotos, por los que Esmirna sufrió muchas veces. Además, hay un gran atrio con un cementerio de columnas caídas mezcladas con vegetación, también pisos con mosaicos, escaleras de piedra o mármol.

En el lado norte, se conservan decenas de grafitis en las paredes: inscripciones en griego, representaciones de gladiadores —algo poco común—, barcos, aves, peces, retratos humanos e incluso símbolos cristianos como la paloma, el pez, el crismón y las letras ΙΧΘΥΣ. Hay sectores adyacentes donde actualmente continúan las excavaciones arqueológicas, por lo que el acceso está restringido.

En el siglo VII, el ágora fue completamente abandonada y, con el tiempo, se transformó en un cementerio. A su alrededor comenzaron a surgir talleres y espacios comerciales, dando origen al actual bazar de Kemeraltı. Debajo de este mercado todavía yacen ruinas romanas y bizantinas, conectadas por una red de túneles aún no excavada por completo.

La segunda de las siete iglesias del Apocalipsis

En el libro de Apocalipsis, en la Biblia, se menciona a la ciudad de Esmirna como lugar de una de las siete iglesias descritas en la visión del fin del mundo vista por el apóstol Juan (Apocalipsis 2:8-11). Esta fue la segunda iglesia a la que se dirige el mensaje profético.

Lugares top para visitar

Además del Ágora, Esmirna está repleta de rincones por descubrir, y puedes recorrer lo principal en dos días. Al lado del centro arqueológico antiguo se encuentra el bazar de Kemeraltı, el más barato de toda Turquía. Hay pasillos dedicados exclusivamente a un tipo de producto.

Recomendación: ve durante el día, porque al atardecer cierra completamente.

Junto al bazar y cerca de la costa, en el mismo distrito de Konak, está la plaza de la Torre del Reloj, construida a inicios del siglo XX. Es todo un ícono de la ciudad y parte de la historia moderna de Esmirna. Desde allí puedes partir tomando el tranvía hacia el Asansör, famoso por su elevador construido el siglo pasado para facilitar el ascenso y descenso de la montaña. Tiene un mirador encantador. Mientras estés allí, puedes disfrutar del arte urbano y apreciar las playas.

Además, casi frente al gran busto de Atatürk, construido en la montaña, se encuentra Kadifekale, una fortaleza edificada por Alejandro Magno en una colina con vistas a casi toda la ciudad y el golfo.

Sistema de transporte

Moverse por Esmirna es barato y mucho más cómodo que en Estambul. Su sistema de transporte público es eficiente y sostenible: una red interconectada que incluye metro, tranvía, autobuses, trenes suburbanos y ferris. El precio por tramo es más que razonable. El tranvía recorre las costas y el centro de la ciudad. Los ferris conectan puertos a través del golfo de İzmir. Tomarlos es imprescindible para disfrutar más las costas del Egeo y llegar más rápido de sur a norte. Puedes abordarlos en cualquiera de sus principales muelles: Konak, Karşıyaka, Bostanlı, Alsancak y Üçkuyular. Mi recomendación personal es tomarlo en el atardecer y llevar el típico pan turco, el simit, para alimentar a las gaviotas y tener una perfecta foto postal.

Todo el sistema de transporte utiliza la İzmirim Kart, una tarjeta recargable adquirible en cualquier estación del tren. Si no quieres comprar la tarjeta local, puedes descargarte la app y usarla sin contacto; también puedes usar tus tarjetas de crédito como medio de pago sin la Izmirim Kart. A diferencia de Estambul, no encontrarás la algarabía del tráfico ni perderás horas estancado.

Gastronomía

La comida de esta ciudad es una mezcla y fusión de cocinas turca, griega, sefardí y levantina, con una fuerte identidad mediterránea. Gracias a su ubicación junto al mar, Esmirna es famosa por su pescado fresco. Mi recomendación: probar el çipura o el levrek a la parrilla. También la İzmir köfte, unas albóndigas cocinadas en salsa de tomate; el çöp şiş, minibrochetas de cordero o pollo marinadas; y entre mis favoritas, la midye dolma, mejillones rellenos de arroz a los que se les debe echar limón para un sabor exquisito.

Como postre, está el şambali, un bizcocho húmedo hecho con sémola y almendras, o el lokma, unas bolas fritas bañadas en almíbar. Además de todo lo mencionado, encontrarás la gran variedad de la comida tradicional turca, como los diferentes tipos de kebab o el lahmacun, que es una especie de pizza turca.

Vibrante, juvenil y nocturna

Esmirna no solo tiene lugares históricos; también es una ciudad con vida para todos los gustos. Si prefieres la tranquilidad, el casco antiguo de Konak es perfecto. Pero si quieres sacar tu lado más extrovertido, el distrito ideal —en mi opinión, el mejor para disfrutar de todo— es Bornova. Centro de varias universidades, está repleto de una oferta gastronómica y social única. Aquí, los desconocidos pueden convertirse en amigos. Aunque los turcos difícilmente hablen inglés, eso no impedirá que te relaciones ni que disfrutes de un ambiente único. Bornova está lleno de bares, restaurantes y tiendas, juegos, parques. Amé Bornova.

Recuerda: Esmirna es mejor que Estambul.

Foto: Newsyman

Esta no es una colaboración pagada.

Manuel Alejandro Navarro

Periodista y escritor peruano, especializado en geopolítica y entrevistas.
Fundador y CEO del periódico digital Newsyman, defensor en Salud Mental.

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