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El debate sobre si Donald Trump merece el Premio Nobel de la Paz ha cobrado más intensidad. Con cinco países respaldando oficialmente su candidatura y posicionándose entre los favoritos en las apuestas internacionales.
En este artículo, analizamos si Trump merece el galardón, las implicaciones de ganarlo o no y los posibles candidatos alternativos, utilizando un enfoque crítico y prospectivo. ¿Merece Trump el premio Nobel de la Paz?
Argumentos a favor
1. Los Acuerdos de Abraham

El argumento más sólido en favor de Trump radica en los Acuerdos de Abraham, suscritos durante su primer mandato en 2020. Estos acuerdos normalizaron las relaciones diplomáticas entre Israel y cuatro naciones árabe-musulmanas: Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán.
Según el Carnegie Endowment, estos acuerdos representaron «un logro histórico en la diplomacia estadounidense para Oriente Medio», estableciendo vínculos diplomáticos formales, cooperación económica y de seguridad entre antiguos adversarios. Los defensores argumentan que esto constituyó una ruptura con décadas de animosidad en la región más volátil del mundo.
En julio de 2020, Benjamín Netanyahu entregó personalmente en Oslo una carta nominando a Trump por su papel en estos acuerdos. Cinco años después, “Bibi” volvió a nominar a Trump después de la Guerra de los 12 días entre Israel e Irán, que terminó con un alto el fuego mediado por Washington.
Otras mediaciones
2. Camboya y Tailandia: Su mediación telefónica ayudó a terminar cinco días de hostilidades fronterizas que dejaron 43 muertos, llevando al primer ministro camboyano, Hun Manet, a nombrarlo para el premio.
3. Armenia y Azerbaiyán: El «acuerdo de paz» alcanzado en la Casa Blanca el 8 de agosto de 2025 puso fin a más de tres décadas de conflicto, con ambos líderes prometiendo una nominación conjunta.
4. Pakistán e India: Pakistán nominó a Trump tras su mediación en una crisis fronteriza en mayo de 2025.
5. Ruanda y República Democrática del Congo (RDC): En junio de 2025, la RDC y Ruanda firmaron en Washington lo que se denomina una “declaración de principios” para una paz duradera.
6. Serbia y Kosovo: En septiembre de 2020, firmaron en la Casa Blanca un acuerdo de “normalización económica”, con Trump presente, que incluía cooperación en comercio, transporte y energía. Mientras, en julio de 2025, la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, afirmó que Trump intervino recientemente para evitar una escalada militar con Serbia.
7. Kim Jong-un: Trump se reunió con el líder norcoreano en dos cumbres (2018 y 2019) y fue el primer presidente de EE. UU. en reunirse cara a cara con un líder norcoreano y en pisar Corea del Norte.

Argumentos en contra
Palestina: La gran omisión
La principal crítica a los logros diplomáticos de Trump es la exclusión sistemática del conflicto israelí-palestino. Los Acuerdos de Abraham fueron ampliamente criticados por «pasar por alto la cuestión palestina», perpetuando una situación que muchos consideran la raíz de la inestabilidad regional.
La investigación académica sugiere que estos acuerdos «se basan únicamente en los intereses nacionales de los signatarios y Estados Unidos, y no principalmente para restaurar los lazos israelíes-árabes y la paz regional». Esta perspectiva cuestiona si constituyen verdadera construcción de paz o meramente estrategia.
La guerra entre Rusia y Ucrania
Trump, en campaña, aseguró que terminaría la guerra en 24 horas si fuera elegido presidente, algo que no sucedió y, por el contrario, se han intensificado los ataques.
Si bien este viernes 15 de agosto, se tiene pactado que Trump y Putin se reúnan en Alaska, principalmente para discutir una posible solución al conflicto entre Rusia y Ucrania. Aunque esta reunión no incluya a Ucrania. Estoy convencido de que terminará sentando bases para un posible fin a la guerra y una cumbre de paz entre ambas partes.
La última vez en que un presidente de Estados Unidos se reunió en persona con un presidente ruso fue el 16 de junio de 2021, cuando el entonces presidente Joe Biden y Putin se encontraron en Ginebra, Suiza.
Otras controversias
El análisis de su primera gestión revela un enfoque «impredecible y de ruptura con compromisos internacionales previos». Su administración se retiró del Acuerdo de París, del acuerdo nuclear con Irán y mantuvo una postura agresiva hacia aliados tradicionales.
Por otro lado, el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, la prohibición de ingreso de nuevos migrantes y la deportación de millones, junto con sus múltiples procesos judiciales y la profunda polarización que genera su figura, parecen alejarlo del perfil tradicional de un Premio Nobel de la Paz. Incluso una nominación de Trump por parte de un legislador ucraniano fue retirada, lo que refleja controversias sobre su impacto en ciertas regiones.
Precedentes históricos: ¿Qué dice la historia del Nobel?
Solo cuatro presidentes estadounidenses han recibido el Premio Nobel de la Paz:
- Theodore Roosevelt (1906) por su mediación en la Guerra Ruso – Japonesa.
- Woodrow Wilson (1919) por la fundación de la Liga de Naciones, predecesor de la ONU.
- Jimmy Carter (2002) por décadas de trabajo humanitario post presidencial.
- Barack Obama (2009) por sus «esfuerzos extraordinarios para fortalecer la diplomacia internacional».
Controversias históricas del Nobel de la Paz
La historia de los laureados con el Nobel de la Paz no ha estado exenta de controversias. El premio más controvertido fue el de 1973 a Henry Kissinger y Le Duc Tho por los Acuerdos de París sobre la guerra de Vietnam, donde dos miembros del Comité renunciaron en protesta y Le Duc Tho rechazó el premio. Mientras Kissinger recibía el premio, supervisaba los bombardeos en Camboya.
Barack Obama también recibió el Nobel de la Paz en 2009, apenas nueve meses después de asumir la presidencia, por sus “esperanzas de un mundo sin armas nucleares”. Premio “por intenciones” y no por logros. Ese año, Estados Unidos seguía implicado militarmente en Irak y Afganistán.
En 2015, el exsecretario del Comité Noruego del Nobel, Geir Lundestad, admitió en sus memorias que el galardón concedido a Obama fue «un fracaso» y no produjo el impacto esperado. El comité otorgó el premio con la esperanza de fortalecerlo políticamente y motivarlo a impulsar el desarme nuclear y la diplomacia. En otras palabras, el comité noruego se arrepintió de haberlo entregado.
La naturaleza inherentemente política del premio ha sido reconocida por académicos, quienes señalan que «a diferencia de los premios en física o química, que típicamente reconocen logros empíricos, el Premio de la Paz es intrínsecamente subjetivo».
Los otros candidatos
Entre los más de 338 nominados para 2025, destacan organizaciones como las Salas de Respuesta de Emergencia de Sudán por su trabajo humanitario, y figuras como Greta Thunberg por activismo climático. Los otros fuertes candidatos son:
- Anat Alon-Beck, por mediar en el conflicto entre India y Pakistán.
- Yulia Navalnaya, viuda de Alexei Navalny, símbolo de resistencia no violenta.
- Mikola Statkevich (Belarús), por décadas de lucha por la democracia.
- Alexei Gorinov, un político ruso encarcelado por denunciar la guerra, nominado por su valiente activismo
- Zuriel Oduwole, una joven defensora de la educación y la paz en África y América Latina.
- Mosab Hassan Yousef, por exponer al extremismo dentro de Hamás.
- Volodímir Zelenski por su liderazgo y valiente espíritu durante la guerra con Rusia.
- António Guterres, secretario general de la ONU.
¿Qué pasaría si Trump gana?
Impactos positivos potenciales:
- Validación internacional de su enfoque diplomático no convencional.
- Posible impulso a futuros acuerdos de paz en Oriente Medio y el mundo.
- Fortalecimiento de su posición para mediar en conflictos globales a futuro.
Riesgos y controversias:
- Polarización extrema: La reacción sería probablemente más intensa que la controversia de Kissinger en 1973, considerando el actual clima político global.
- Cuestionamiento de la credibilidad del Comité Noruego del Nobel.
- Posibles renuncias dentro del comité.
¿Y si Trump no recibe el premio?
Consecuencias políticas:
- Probable alegación de «sesgo político» del comité.
- Continuación de la narrativa de «establishment internacional» contra Trump.
- Potencial impacto en su capacidad de mediación futura.
Veredicto
Trump ha hecho esfuerzos que contribuyen a la estabilidad y la paz en el mundo y creo que eso debería ser premiado. Podría ser un error entregárselo ahora; pienso que el Comité Noruego del Nobel se lo entregará, pero no exclusivamente solo a él. También podría entregarlo junto a otra persona más, lo que haría que sea menos controversial al tratarse de una figura tan polarizante como lo es Trump.
Quizá se espera que haga algo más sustancial respecto a la guerra entre Rusia y Ucrania. Trump necesita la cereza del pastel, a la cual todavía no ha llegado. De todas formas, los acuerdos de Abraham constituyen uno de sus mayores logros en paz.
El veredicto final dependerá de si el Comité Noruego del Nobel prioriza los resultados concretos de mediación por encima de las controversias del estilo diplomático, una decisión que reflejará no solo su evaluación de Trump.
Dado que el Comité Noruego del Nobel no revela a los nominados ni los motivos de su decisión hasta 50 años después, solo les queda esperar. Siempre hay sorpresas.
