Alberto Fujimori falleció en su casa en Surco la tarde del 11 de septiembre de 2024, tras horas de rumores y expectativas, cuando se anunciaba que estaba “luchando por su vida” combatiendo el cáncer. La confirmación de su fallecimiento se dio a conocer cuando su abogado, Elio Riera, publicó una despedida en su cuenta de X (antes Twitter). Segundos después, su hija y ex candidata presidencial, Keiko Fujimori, publicó un comunicado firmado por sus hermanos sobre la partida de su padre.
Fujimori fue una figura clave en la política peruana durante la década de los 90. Aunque su gobierno estuvo marcado por escándalos, también dejó un legado que transformó a Perú, sacándolo de una grave inflación y poniendo fin a la era del terrorismo.
Mediante su cuenta de X, Keiko Fujimori informó que su padre, Alberto Fujimori, será velado por tres días en el Museo de la Nación, ubicado en la av. Javier Prado Este 2465, en el distrito de San Borja. Además, será enterrado el sábado en Campo Fe de Huachipa.
Legado de Alberto Fujimori: Fin de la hiperinflación y terrorismo en Perú
En 1990, cuando Fujimori asumió la presidencia, Perú se encontraba sumido en una crisis económica con una inflación que excedía el 7,000%. Fujimori introdujo una serie de medidas conocidas como el “Fujishock”, que incluyeron la apertura de mercados, la reducción del gasto público y la privatización de empresas estatales. Estas políticas, aunque severas, lograron estabilizar la economía y restaurar la confianza internacional, atrayendo inversiones extranjeras. La privatización de sectores estratégicos como telecomunicaciones y energía fue criticada, pero permitió modernizar las empresas y hacerlas más competitivas, impulsando el crecimiento económico.
En los años 80 y principios de los 90, Perú sufría intensamente por la violencia de grupos terroristas como Sendero Luminoso y el MRTA. Fujimori reforzó a las fuerzas de seguridad y autorizó operaciones decisivas que llevaron a la captura de Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, en 1992. Este arresto fue crucial para reducir la amenaza terrorista y devolver la estabilidad al país. En 1997, su gobierno lideró el operativo Chavín de Huántar, que liberó a más de 70 rehenes tomados por el MRTA en la embajada de Japón, consolidando la capacidad de su administración para manejar el terrorismo.
Durante su mandato, Fujimori promovió el desarrollo de infraestructura, principalmente en las zonas rurales históricamente olvidadas. Se construyeron carreteras, escuelas y centros de salud en áreas remotas, facilitando la integración de estas regiones a la economía nacional. En el sector salud, amplió los programas de vacunación, redujo la mortalidad infantil y promovió la construcción de más hospitales. En educación, su gobierno extendió la cobertura en áreas rurales y lanzó programas de alfabetización, mejorando así el acceso a estos servicios básicos en todo el país.