El multimillonario, nacido en Rusia, pero también de nacionalidad emiratí, sancristobaleña y francesa, de 39 años, fue detenido el pasado sábado 24 de agosto en el aeropuerto de Le Bourget, a las afueras de París, mientras llegaba en un vuelo privado desde Azerbaiyán. La detención ocurrió debido a una orden de arresto emitida por las autoridades francesas. Se espera que comparezca ante el tribunal el domingo.
Acompañado de su guardaespaldas, planeaba pasar al menos la noche en París, donde tenía programada una cena. La justicia francesa lo acusa de no colaborar con las autoridades ni moderar los contenidos en su plataforma, permitiendo que se utilice para la difusión de mensajes criminales y de odio. Dúrov, también creador de VK, es acusado de “fraude, tráfico de drogas, acoso cibernético, crimen organizado y promoción del terrorismo”.
La justicia acusa a Dúrov de no moderar ni colaborar con los investigadores respecto al uso criminal de su plataforma por parte de sus usuarios. «Es sorprendente que, sabiendo que era buscado en Francia, Dúrov haya decidido venir a París», comentó uno de los investigadores. La investigación preliminar incluye múltiples servicios de investigación y se mantiene en secreto por la gravedad de los delitos imputados.
Telegram, fundada por Dúrov y su hermano en 2013, es conocida por su enfoque en la privacidad, con mensajes cifrados y un fuerte compromiso de no revelar información de sus usuarios. A pesar de las crecientes presiones de la Unión Europea y Estados Unidos para eliminar contenidos ilegales, la plataforma se ha mantenido firme en su postura de neutralidad, operando desde Dubái. Muchas redes sociales, incluyendo a Elon Musk y Tucker Carlson, han cuestionado la detención de Dúrov y alegan una violación a la libertad de expresión.
Por su parte Telegram dio unos descargos asegurando que cumplen con “las leyes de la Unión Europea”, así mismo agregan que “Pavel Dúrov, no tiene nada que ocultar y viaja con frecuencia por Europa”.