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Venezuela se encuentra en disputa territorial con su vecina Guyana por la región del Esequibo, un terreno vasto en recursos naturales, como petróleo, gas, además de minerales como uranio y diamantes, así como una rica biodiversidad.
El territorio en disputa ronda casi los 160 mil kilómetros cuadrados, o para dar una idea en dimensiones de otro país, sería equivalente Grecia. En esta región habitan alrededor de 800.000 personas que mayoritariamente hablan inglés y se sienten parte de Guyana por la tranquilidad y la prosperidad petrolera que esta tierra les brinda.
El origen de la exigencia de Venezuela parte desde su época independentista, allá en el siglo XIX, entonces el Esequibo era colonia británica. El asunto avanzaría en 1899, cuando con mediación de los Estados Unidos se emitió el Laudo Arbitral de París que definió la frontera entre Venezuela y la Guayana Británica, favoreciendo a esta última. Más tarde, se supo que este fallo fue una negociación secreta entre Londres y los jueces, por lo que Venezuela la desconoció. En 1966, poco antes de la independencia de Guyana del imperio británico, se logró reanudar las negociaciones y se estableció el Acuerdo de Ginebra.
Si bien en 2007, con ayuda de Naciones Unidas (ONU) se reanudaron las conversaciones entre Venezuela y Guyana, no fue hasta 2018, cuando Guyana tomó la iniciativa unilateral de ir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), principal órgano judicial de la ONU, que inició el proceso en 2020 para resolver la disputa territorial, sin embargo, Venezuela rechazó la jurisdicción de la CIJ en dicho asunto. Venezuela aún tiene hasta abril de 2024 para presentar una contra memoria en la Haya.
La CIJ instó a ambos países a “abstenerse de realizar acciones que puedan agravar o extender” el conflicto por el territorio Esequibo hasta que se emita un fallo. De momento, la CIJ ha favorecido a Guyana al dictar medidas provisionales y determinar que “existe un riego de prejuicio irreparable al derecho reclamado por Guyana en el presente procedimiento que el tribunal, además, ha considerado plausible”. Expertos en la materia han subrayado que Venezuela tenía la posibilidad de solicitar medidas provisionales, con el fin de que Guyana detuviera la explotación de recursos en la región y mar del Esequibo.
El dictador, Nicolás Maduro, ha esgrimido que no se va a reconocer ningún fallo de la CIJ sobre esta reclamación y que solo reconoce el Acuerdo de Ginebra de 1966 para una salida.
El domingo 03 de diciembre se llevó a cabo un referéndum no vinculante en Venezuela impulsado por la dictadura que tuvo poca participación ciudadana. Se plantearon cinco preguntas al respecto:
- ¿Está usted de acuerdo en rechazar por todos los medios, conforme al Derecho, la línea impuesta fraudulentamente por el Laudo Arbitral de París de 1899, que pretende despojarnos de nuestra Guayana Esequiba?
- ¿Apoya usted el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución práctica y satisfactoria para Venezuela y Guyana, en torno a la controversia sobre el territorio de la Guayana Esequiba?
- ¿Está usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la Jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba?
- ¿Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios conforme a Derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional?
- ¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba y que se desarrolle un plan acelerado para la atención integral a la población actual y futura de ese territorio que incluya, entre otros, el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el Derecho Internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano?
Específicamente la última pregunta Georgetown lo ha tomado con preocupación. Algunos analistas sugieren que esta pregunta también podría otorgarle al gobierno de Maduro un aval para ejercer soberanía sobre el Esequibo, lo que podría llevar a acciones militares. De hecho, Brasil ha enviado tropas en su frontera con Venezuela y Guyana.
La candidata a la presidencia de la oposición venezolana, María Corina Machado, aseguró que el referéndum era un “evento inútil y dañino a los intereses de Venezuela”, y que en su lugar se debería “presentar una defensa impecable” ante la CIJ.
Lo que Maduro está ganado con sus exigencias sobre el Esequibo es establecer un nuevo foco de atención a una vieja disputa y buscar que la comunidad internacional deje de establecer apoyo a la posición de cara a las elecciones generales de 2024, en la que Estados Unidos podría volver a imponer sanciones de no haber unas elecciones limpias.
Muy buena información