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El esperado 23J ya es una realidad y pasará a la historia por ser las únicas elecciones que se han realizado en pleno verano desde el fin del franquismo. Más de 37 millones de españoles están llamados a renovar las Cortes Generales conformado por 350 escaños del parlamento y 208 del senado. 1.639.363 nuevos electores por mayoría de edad podrán emitir su voto. En total son 59 circunscripciones las que eligen a los senadores y 52 los que escogen a los diputados, Madrid es la que más electores tiene y la que más escaños reparte. 90 mil agentes velan por la seguridad en estas elecciones y al menos 2,47 millones de votos se han emitido anticipadamente por correo.
El político socialista en retiro, Ramón Miranda Torres, natural de Barbastro, Huesca. ex alcalde de Graus por el PSOE, ex diputado provincial de Huesca, estuvo enrolado a la política por más de 30 años. En esta entrevista analiza los 3 debates, los 4 partidos con mayor representación en las últimas elecciones y su punto de vista de la democracia española.
¿Cómo calificaría el cara a cara de ATRESMEDIA entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo el pasado lunes 10 de julio?
Desde mi punto de vista fue casi una encerrona, quiero decir, una encerrona que alguien había acordado. Fue un cara a cara muy aturrullado -por utilizar una palabra que entendamos todos-, en el sentido que se interrumpieron demasiado. Cuando hablan dos a la vez no se oye. El presidente del Gobierno (Sánchez) estuvo, desde mi punto de vista, demasiado nervioso, ansioso por rebatir las mentiras del señor Feijóo. Es un formato que evidentemente resulta al final poco interesante: defrauda bastante. Cuando en un debate, en lugar de debatir sobre qué se propone para el país, cuáles son las propuestas de uno y del otro, cuáles son las políticas para que la gente las pueda diferenciar y las pueda elegir. Se dedica uno a lanzar una catarata de infundios, mentiras y acusaciones, la mayor parte de ellas sin ningún fundamento. Es muy difícil ir al debate porque no es un debate, es un toma y daca que aporta poco. Y ya digo, en este caso se estuvieron interrumpiendo. Siempre se plantea el problema de quién es el ganador, quién es el perdedor, me acuerdo de que el ganador había sido el señor Feijóo. Me sorprende que en democracia se pueda dar por ganador a alguien que ha mentido claramente -se ha estado contrastando los días siguientes-, él se ha dedicado básicamente, en lugar de presentar a los españoles cuál es su proyecto de país, se ha dedicado a mentir, me sorprende. Es como si a un estudiante que se sabe que ha copiado el examen se le diese después matrícula de honor, no tiene mucho sentido. Yo creo que fue un debate bastante poco interesante, desde el punto de vista de informar a los ciudadanos, de cuáles son las propuestas que cada partido presentaba o que cada candidato presentaba para el futuro del país.
Con respecto al debate de los portavoces para RTVE, ¿Qué impresiones le dejo?
Yo creo que el debate de los portavoces fue realmente un debate. A mí me parece que fue un debate ágil, que fue un debate que estuvo muy bien moderado por profesionales del periodismo. El anterior, llama la atención que los moderadores estuvieran prácticamente desaparecidos y ni siquiera fueron capaces de interrumpir las interrupciones de unos y otros. En este se moderó bien, y fue un debate de a siete que era bastante complicado. Fue ágil y se visualizó que fue útil para que cada persona pueda crearse una opinión y pueda hacerse una idea de cuál es la propuesta que le puede interesar más y conocer un poco a fondo las propuestas. Fue infinitamente mucho más útil que la anterior.
¿Cómo evalúa el último debate de a tres entre Abascal, Sánchez y Díaz?
Ese fue un debate un poco cojo. Un debate pensado para las cuatro fuerzas con mayor representación parlamentaria y que hipotéticamente son las fuerzas que pueden, de alguna forma, contribuir a conformar el gobierno. Si una de las fuerzas que últimamente las encuestas las están dando como ganadora (PP), no compadece, pues el debate queda cojo, el debate queda lastrado por esa situación. Yo creo que el miércoles se visualizó totalmente eso, a lo largo de todo el debate, y desde ese punto de vista quizá fue menos útil que el segundo para informar a la gente. Es que yo creo que no debiera ser posible. Yo digo que hace mucho tiempo eso tendría que estar legislado: la obligación de los candidatos de asistir a todos los debates. Que alguien pueda elegir en función de lo que considera que son sus intereses particulares y electorales, acudir o no a un debate. Es que esto no debiera darse.
Sobre ese vacío, ¿Qué lectura tiene de la ausencia de Feijóo?, ¿Cree que lo benefició?
Yo creo que el señor Feijóo tiene un problema de participar en un debate claramente. Es un hombre que lo hemos visto en estos meses anteriores en el Senado de España. El señor Feijóo es un mentiroso compulsivo, es evidente, eso ya se ha visto desde el principio. Pero es que además tiene un problema de confrontar sus mentiras con cualquier otro candidato, y yo creo que eso es lo que pasa realmente. Creen que las encuestas le dan como ganadores y que asistir a un debate lo único que podría era perjudicarles, ese era su miedo, miedo a que el candidato meta la pata.
Para examinar cada partido quisiera su punto de vista, de cómo usted entiende y ve a los partidos actualmente. Comencemos por el Partido Popular (PP) y quién lo preside Alberto Feijóo, ¿Cuál es su apreciación?
El Partido Popular es un partido que, en lugar de ser el cortafuegos natural de la ultraderecha, -quien paralice a la ultraderecha, esa debía ser su función fundamental- se ha dejado arrastrar por la ultraderecha y evidentemente es un partido que en este momento tiene unas graves carencias de comportamiento democrático. No es un partido de derecha democrática, de derecha antifascista, como son los partidos generalmente de su corte o con los que teóricamente se alinea en Europa. Es un partido totalmente entregado a la estrategia de la ultraderecha, al trumpismo que está invadiendo todo el mundo y que es realmente la antipolítica y, sobre todo, la antidemocracia. No es como los partidos de la derecha europea que surgieron de la Segunda Guerra Mundial, de la lucha contra el fascismo, sino que aquí precisamente son los herederos de la dictadura de 40 años. Durante un tiempo tuvimos la percepción de que podía ser una derecha más o menos homologable y democrática, evidentemente en este momento no lo son. Es difícil en algunos momentos diferenciar por las cosas que dicen y por las cosas que hacen, y por la oposición que han hecho en estos años del partido ultraderechista de VOX.
De la misma forma, ¿Cómo evalúa al Partido Socialista Obrero Español, PSOE?
El Partido Socialista ha sido un partido que salió de una situación de crisis interna muy importante, cuando una parte de la dirección del partido de aquel momento obligó a irse al secretario general para facilitar la composición del gobierno de aquel momento -del Partido Popular- del señor Rajoy, por tanto, es un partido que después ha vivido un proceso democrático importante. Todos sus líderes son elegidos por primarias, desde ese punto de vista tienen una legitimación muy importante. Salió en aquel momento, incluso en una situación en la que se pensaba que el partido de Unidas Podemos -el partido que está más a la izquierda-, se le podía incluso solo pasar. Ha sido un partido que en los últimos años ha habido un proceso importante. La llegada al gobierno ha hecho que todo se estabilizase mucho más y el gobierno en coalición con fuerzas a la izquierda, para algunos sectores de la población e incluso del votante del PSOE ha podido ser problemático. Lo cierto y real, es que en este momento los grandes problemas que este país tenía hacen 5, 6, 7 años, yo creo que han mejorado muchísimo. Yo siempre digo que, si las políticas que se han hecho en general -han sido bastante buenas para la población- las hubiese hecho el Partido Socialista solo, posiblemente los resultados electorales en este momento serían mucho mejores. La colaboración inevitable con ciertas fuerzas políticas, posiblemente le ha perjudicado en algunos sectores de la población.
¿Sobre VOX y su crecimiento en sus últimos años?
Eso es un proceso que se está dando en todo el mundo. Las sociedades -yo creo- que no aprenden de la historia. Sabemos lo que ha pasado en el mundo, especialmente en Europa, cuando este tipo de fuerzas han crecido y se han hecho con el poder, al final siempre ha sido traumático para las sociedades. A mí me gusta poco hablar de VOX, ni siquiera de nombrarlos. Quiero decir, una fuerza teóricamente democrática que es obviamente antidemocrática quiere prácticamente arrasar la Constitución, además son negacionistas en temas como el cambio climático, de problemas gravísimos como la violencia de género. Tienen una concepción de la historia, de la vida y de la sociedad absolutamente contraria a una sociedad plural y democrática. Es que no es una fuerza democrática, aunque legalmente pueda presentarse a las elecciones porque la Constitución se los permite. Yo no querría hacerles mucha más propaganda hablando de ellos. Simplemente, aprender de la historia, y esperemos que alguna vez los votantes sean conscientes de lo que la historia ha producido cada vez que estas fuerzas han ido en alza como están yendo en este momento. Realmente son una desgracia para la democracia, sin duda.
¿Usted cree que el último debate haya beneficiado a la coalición SUMAR de Yolanda Díaz?
Yolanda Díaz estuvo muy bien esa noche. Es una política inteligente y desde luego es una mujer que ha demostrado que tiene unas capacidades políticas muy importantes, y yo creo que posiblemente esa noche fue la que más brilló. Porque, con todos los problemas internos que la coalición SUMAR había tenido para conformarse, y que de alguna forma había tenido con su matriz -con Podemos-, había acudido a las elecciones bastante debilitadas y estaba un poco desdibujada. Realmente hay que reconocer que hizo un debate muy bueno.
Han pasado cinco años desde que el presidente Pedro Sánchez ha entrado a La Moncloa, ¿Cómo calificaría la gestión del presidente?
Pues hombre, teniendo en cuenta que este Gobierno llegó y a los pocos meses de llegar le llegó una pandemia, después le llego un volcán, después la guerra en Ucrania, que le ha pasado de todo; yo creo que la gestión ha sido buena. Se han puesto las bases para superar algunos de los problemas endémicos de este país, por ejemplo, se ha trabajado mucho en todo el tema relacionado con la reforma laboral, no solamente ha ayudado a generar puestos de trabajo, sino que ha mejorado las condiciones, la precariedad laboral, etcétera. A mi modo de ver, el que se haya salido de todas esas crisis que he explicado, en lugar de la austeridad. Todo el tema de los ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) que impidió que cerrasen cientos de empresas, ayudó a mantener muchos puestos de trabajo, y la propia situación en este momento de la economía del país. Los datos macroeconómicos de niveles de paro son realmente muy buenos. Muchas veces se dice que los datos macroeconómicos ocultan la realidad de las economías domésticas, y es verdad que la inflación, sobre todo el aumento de los alimentos básicos, etcétera, pero aun en eso se ha trabajado y la situación está infinitamente mejor que en toda Europa.
Yo creo que la gestión de este gobierno ha sido muy buena. Hay otros factores que hacen que no sea valorado suficientemente por la población. Hay un tema importantísimo que es la cohesión territorial en este país, es un tema muy recurrente. La derecha española lleva desde el siglo 19 -cada vez que tiene un problema- diciendo que España se rompe. La Constitución española establece un modelo de Estado plural y ese es el único modelo posible. El Estado centralista, unitario, que plantea la derecha ni siquiera es constitucional. Estamos mucho mejor que hace siete años cuando en Cataluña hubo dos referendos ilegales, pero es un tema que está lastrando bastante la valoración de ciertos sectores de la población sobre el Gobierno y que está siendo utilizado permanentemente por la derecha y la ultraderecha.
Independientemente de los datos de las encuestas, ¿Cuál es tu pronóstico para ese domingo?
Es muy difícil hacer un pronóstico en esta situación. Yo no veo que pueda ver una gran diferencia, al final hará falta apoyos para conformar un gobierno hacia la izquierda o hacia la derecha, sin duda hará falta las coaliciones y apoyos amplios. El problema fundamental es lo que está ocurriendo en este momento con el PP y VOX, en lugar de hacer programas para ganar derechos para la gente y para que la sociedad avance, se hacen para retroceder en materias fundamentales como los derechos básicos de la gente. Se vuelve a censurar la cultura, no debiera pactarse para eso en democracia, debiera pactarse para avanzar, para conquistar más derechos, para que la sociedad avance, para que la economía vaya hacia adelante. Pero desde luego yo creo que hará falta pactos para una cosa o para la otra. Vamos a ver, los ciudadanos tienen la última palabra.
¿Cómo cree que sea la participación ciudadana este domingo?
Yo creo que será alta. Se ha visto ya claramente en el tema del voto por correo. Nunca hubo tanto una demanda de voto por correo como ha habido esta vez. Posiblemente, también ha ayudado eso que mucha gente está en sus hogares de vacaciones, por tanto, han preferido votar por correo que regresar a su sitio de residencia para votar. Yo creo que va a ver una muy alta participación.
Desde su experiencia como político, que alguna vez fue, ¿Cree que se ha avanzado o retrocedido en el ámbito democrático con el aumento de los discursos populistas, con polémicas lonas y el enfrentamiento entre políticos?
Yo he estado 30 años en política y la mayor parte del tiempo he estado en puestos del gobierno. He sido alcalde muchos años, diputado y cosas así. Y lo que le tengo que decir, sin duda, en la relación -digamos- política hemos retrocedido. Puedo tener discrepancias, cada cual somos un partido político, somos una ideología y tenemos un modelo de país distinto. Por lo tanto, es normal que discrepemos. Pero nunca percibí o tuve esa percepción del oponente político como enemigo a batir y a liquidar. Desde que llegaron todos estos grupos populistas, que no solamente son VOX. La presidenta de Madrid (Ayuso), por ejemplo, del Partido Popular, es el paradigma precisamente de tratar a los oponentes políticos como enemigos, de despreciarlos, de humillarlos. Yo creo que eso es malo. La democracia es un sistema básicamente para que podamos vivir en paz, gentes que pensamos distintos y solucionar nuestros problemas en lugar de a porrazos, solucionarlos mediante el diálogo y la votación, eso es lo normal. Aceptar que tu oponente, que piensa distinto que tú, es igual de digno y merece el mismo respecto que tú, es una parte fundamental. Desde que han llegado ese tipo de políticos y ese tipo de movimientos populistas, hay una demonización del adversario político. Yo creo que es un retraso para la convivencia democrática. Evidentemente, están encendiendo la sociedad permanentemente, con mensajes simples, yo digo siempre que se utilizan mensajes simples para simples. En una sociedad que funciona mediante el razonamiento, mediante el debate, la confrontación de ideas, no tendrían cabida estas fuerzas políticas, por eso al final lleva siempre a las sociedades a la catástrofe, porque llega un momento que el tigre se escapa de la jaula y no hay forma de volverlo a cerrar. El tigre de la intransigencia que se siembra todos los días desde esos sectores de la población, el odio hacia al que es distinto, hacia el oponente: eso es malísimo para una sociedad democrática.
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Excelente entrevista